Mamá, de mayor voy a ser el rey del mundo

Desde siempre el ser humano ha querido controlar y dominar lo que por naturaleza no es capaz: el tiempo, los animales, incluso al otros seres humanos; en otras palabras, el ser humano se ha creido capaz de controlar la naturaleza a su voluntad y, aunque se ha demostrado que eso es imposible, el ser humano sigue en su empeño.
Es verdad que gracias a la tecnología, el hombre ha sido capaz de poner a la naturaleza un poco más a su favor, por ejemplo se puede predecir el tiempo con bastante antelación (aunque muchas veces parece que ni en esos casos aciertan); o cuando descubren cual ha sido la causa de un desastre natural, de forma qu eso se pueda utilizar para intentar evitar males mayores en un futuro.
Pero como siempre, el ser humano es el único animal que tropieza, no sólo dos veces, sino miles de veces en la misma piedra. Se ha intentado buscar la manera de controlar desastres naturales como podrían ser huracanes o terremotos, y crearlos de forma artificial con el fin de controlarlos; sin contar con las bacterias y virus de enfermedades tan mortales como la gripe aviar. Esto parece una película de ficción, pero en realidad son las últimas especulaciones de ciertos gobiernos que parecen estar pensando en el hecho crear un nuevo concepto en guerras.

Las más sonadas han sido las del segundo tipo, las denominadas guerras bacteriológicas y también creo que es recordada la alarma que surgió en los Estados Unidos, porque el gobierno Bush estaba convencido de que después del ataque a las Torres Gemelas, los talibanes les lanzarían un ataque con una cepa de un virus. Era impresionante como de orgullosos mostraban al mundo lo preparados que estaban para ese ataque que nunca ocurrió.
Conclusión: las potencias mundiales han inventado un nuevo juego llamado "soy el rey del mundo" y la vida de la tierra y su equilibrio no es una obra de la naturaleza destinada a todos los habitantes del planeta, sino la recompensa del mejor postor.